
viernes, 12 de junio de 2009
representantes de la iglesia
El papa
El Papa (del latín "Petri Apostoli Potestatem Accipiens" - El que sucede al apostól Pedro), y a su vez del griego πάππας páppas: "padre" o "papá") es la cabeza visible de la Iglesia Catolica y el Jefe de Estado del Estado de la Ciudad del Vaticano. El actual Papa (2009) es el antes Cardenal alemán Joseph Ratzinger, que escogio el nombre de Benedicto XVI.
Al Papa también se le conoce como Obispo de Roma, Vicario de Cristo, Sucesor de Pedro, Santo Padre, Sumo Pontífice y Siervo de los siervos de Dios.
Durante los primeros siglos de la historia del cristianismo, la expresión "Papa" se usaba para dirigirse o referirse a los obispos, en especial a los metropolitas u obispos de diócesis mayores en extensión o importancia. Así, Cipriano de Cartago, por ejemplo, es llamado "papa" (cf. Epist. 8, 23, 30 etc.). La primera vez que se tiene constancia del empleo de esta expresión para el obispo de Roma es en una carta de Siricio (cf. Carta VI en PL 13, 1164), a fines del siglo IV. Sin embargo, seguía utilizándose indistintamente para otros obispos. Hay que esperar a Gregorio VII para un uso ya exclusivo del obispo de Roma.
Han habido varios representantes por ejemplo el papa Juan pablo II
Nació el 18 de mayo de 1920 en Wadowice, sur de Polonia. Su familia estaba conformada por su padre Karol Wojtyla, un militar del ejército austro-húngaro, su madre, Emilia Kaczorowsky, una joven sileciana de origen lituano, y un hermano adolescente de nombre Edmund.
Los padres de Karol Wojtyla lo bautizaron a los pocos días de nacer en la iglesia de Santa María de Wadowice. A los 9 años de edad recibió un duro golpe: el fallecimiento de su madre al dar a luz a una niña que murió antes de nacer. Años más tarde falleció su hermano y en 1941 murió su padre.
De joven, el futuro Pontífice mostró una gran inquietud por el teatro y las artes literarias polacas tan grande que aún en el colegio pensaba seriamente en la posibilidad de continuar estudios de filología y lingüística polaca. Sin embargo, un encuentro con el Cardenal Sapieha durante una visita pastoral, le hizo considerar seriamente la posibilidad de seguir la vocación que tenía impresa -entonces aún sin develarse plenamente- en el corazón: el sacerdocio.
Al desatarse la Segunda Guerra Mundial, los alemanes cerraron todas las universidades de Polonia con el objetivo de invadir no sólo el territorio sino también la cultura polaca. Frente a esta situación, Karol Wojtyla con un grupo de jóvenes organizaron una universidad clandestina en donde estudió filosofía, idiomas y literatura. Poco antes de decidir su ingreso al seminario, el joven Karol tuvo que trabajar arduamente como obrero en una cantera. Según relata el hoy Pontífice, esta experiencia le ayudó a conocer de cerca el cansancio físico, así como la sencillez, sensatez y fervor religioso de los trabajadores y los pobres.
En 1942 ingresó al Departamento Teológico de la Universidad Jaguelloniana. Durante estos años tuvo que vivir oculto, junto con otros seminaristas, quienes fueron acogidos por el Cardenal de Cracovia.
El 1 de noviembre de 1946, a la edad de 26 años, Karol Wojtyla fue ordenado sacerdote en el Seminario Mayor de Cracovia y celebró su primera misa en la Cripta de San Leonardo en la Catedral de Wavel. Al poco tiempo obtuvo la licenciatura de Teología en la Universidad Pontificia de Roma Angelicum y más adelante se doctoró en Filosofía. Durante algún tiempo se desempeñó como profesor de Ética en la Universidad Católica de Dublin y en la Universidad Estatal de Cracovia, donde interactuó con importantes representantes del pensamiento católico polaco, especialmente de la vertiente conocida como "tomismo lublinense".
El 23 de setiembre de 1958 fue consagrado Obispo Auxiliar del Administrador Apostólico de Cracovia, Monseñor Baziak, convirtiéndose en el miembro más joven del episcopado polaco. Asistió al Concilio Vaticano II, donde participó activamente, especialmente en las comisiones responsables de elaborar la Constitución Dogmática sobre la Iglesia Lumen Gentium y la Constitución pastoral Gaudium et Spes. Durante estos años, el entonces Obispo Wojtyla combinaba la producción teológica con una intensa labor apostólica, especialmente con los jóvenes, con quienes compartía tanto momentos de reflexión y oración como espacios de distracción y aventura al aire libre.
El 13 de enero de 1964 falleció Monseñor Baziak por lo que el obispo Wojtyla ocupa la sede de Cracovia como titular. Dos años después, el Papa Pablo VI convierte a Cracovia en Arquidiócesis. Durante su labor como Arzobispo, el futuro Papa se caracterizó por la integración de los laicos en las tareas pastorales, la promoción del apostolado juvenil y vocacional, la construcción de templos a pesar de la fuerte oposición del régimen comunista, la promoción humana y formación religiosa de los obreros y el aliento del pensamiento y las publicaciones católicas.
En junio de 1967, a los 47 años de edad, el Arzobispo Wojtyla fue creado Cardenal por el Papa Pablo VI. En 1974, el nuevo Purpurado ordenó a 43 nuevos presbíteros, en la ordenación sacerdotal más numerosa desde que terminó la Segunda Guerra Mundial.
En 1978 muere Pablo VI y es elegido nuevo Papa el Patriarca de Venecia, Cardenal Albino Luciani, de 65 años, quien tomó el nombre de Juan Pablo I. El "Papa de la Sonrisa", sin embargo, fallece a los 33 días de su nombramiento. El 16 de octubre de 1978, luego de un nuevo Cónclave, el Cardenal polaco Karol Wojtyla es elegido como el sucesor de San Pedro, rompiendo con la tradición de más de 400 años de elegir Papas de origen italiano. El 22 de octubre de 1978 fue investido como Sumo Pontífice asumiendo el nombre de Juan Pablo II.
Tambien Tenemos al papa BenedictoXVI pero se redactará su biografia cuando muera.
http://www.aciprensa.com/juanpabloii/biograf.htm
El Papa (del latín "Petri Apostoli Potestatem Accipiens" - El que sucede al apostól Pedro), y a su vez del griego πάππας páppas: "padre" o "papá") es la cabeza visible de la Iglesia Catolica y el Jefe de Estado del Estado de la Ciudad del Vaticano. El actual Papa (2009) es el antes Cardenal alemán Joseph Ratzinger, que escogio el nombre de Benedicto XVI.
Al Papa también se le conoce como Obispo de Roma, Vicario de Cristo, Sucesor de Pedro, Santo Padre, Sumo Pontífice y Siervo de los siervos de Dios.
Durante los primeros siglos de la historia del cristianismo, la expresión "Papa" se usaba para dirigirse o referirse a los obispos, en especial a los metropolitas u obispos de diócesis mayores en extensión o importancia. Así, Cipriano de Cartago, por ejemplo, es llamado "papa" (cf. Epist. 8, 23, 30 etc.). La primera vez que se tiene constancia del empleo de esta expresión para el obispo de Roma es en una carta de Siricio (cf. Carta VI en PL 13, 1164), a fines del siglo IV. Sin embargo, seguía utilizándose indistintamente para otros obispos. Hay que esperar a Gregorio VII para un uso ya exclusivo del obispo de Roma.
Han habido varios representantes por ejemplo el papa Juan pablo II
Nació el 18 de mayo de 1920 en Wadowice, sur de Polonia. Su familia estaba conformada por su padre Karol Wojtyla, un militar del ejército austro-húngaro, su madre, Emilia Kaczorowsky, una joven sileciana de origen lituano, y un hermano adolescente de nombre Edmund.
Los padres de Karol Wojtyla lo bautizaron a los pocos días de nacer en la iglesia de Santa María de Wadowice. A los 9 años de edad recibió un duro golpe: el fallecimiento de su madre al dar a luz a una niña que murió antes de nacer. Años más tarde falleció su hermano y en 1941 murió su padre.
De joven, el futuro Pontífice mostró una gran inquietud por el teatro y las artes literarias polacas tan grande que aún en el colegio pensaba seriamente en la posibilidad de continuar estudios de filología y lingüística polaca. Sin embargo, un encuentro con el Cardenal Sapieha durante una visita pastoral, le hizo considerar seriamente la posibilidad de seguir la vocación que tenía impresa -entonces aún sin develarse plenamente- en el corazón: el sacerdocio.
Al desatarse la Segunda Guerra Mundial, los alemanes cerraron todas las universidades de Polonia con el objetivo de invadir no sólo el territorio sino también la cultura polaca. Frente a esta situación, Karol Wojtyla con un grupo de jóvenes organizaron una universidad clandestina en donde estudió filosofía, idiomas y literatura. Poco antes de decidir su ingreso al seminario, el joven Karol tuvo que trabajar arduamente como obrero en una cantera. Según relata el hoy Pontífice, esta experiencia le ayudó a conocer de cerca el cansancio físico, así como la sencillez, sensatez y fervor religioso de los trabajadores y los pobres.
En 1942 ingresó al Departamento Teológico de la Universidad Jaguelloniana. Durante estos años tuvo que vivir oculto, junto con otros seminaristas, quienes fueron acogidos por el Cardenal de Cracovia.
El 1 de noviembre de 1946, a la edad de 26 años, Karol Wojtyla fue ordenado sacerdote en el Seminario Mayor de Cracovia y celebró su primera misa en la Cripta de San Leonardo en la Catedral de Wavel. Al poco tiempo obtuvo la licenciatura de Teología en la Universidad Pontificia de Roma Angelicum y más adelante se doctoró en Filosofía. Durante algún tiempo se desempeñó como profesor de Ética en la Universidad Católica de Dublin y en la Universidad Estatal de Cracovia, donde interactuó con importantes representantes del pensamiento católico polaco, especialmente de la vertiente conocida como "tomismo lublinense".
El 23 de setiembre de 1958 fue consagrado Obispo Auxiliar del Administrador Apostólico de Cracovia, Monseñor Baziak, convirtiéndose en el miembro más joven del episcopado polaco. Asistió al Concilio Vaticano II, donde participó activamente, especialmente en las comisiones responsables de elaborar la Constitución Dogmática sobre la Iglesia Lumen Gentium y la Constitución pastoral Gaudium et Spes. Durante estos años, el entonces Obispo Wojtyla combinaba la producción teológica con una intensa labor apostólica, especialmente con los jóvenes, con quienes compartía tanto momentos de reflexión y oración como espacios de distracción y aventura al aire libre.
El 13 de enero de 1964 falleció Monseñor Baziak por lo que el obispo Wojtyla ocupa la sede de Cracovia como titular. Dos años después, el Papa Pablo VI convierte a Cracovia en Arquidiócesis. Durante su labor como Arzobispo, el futuro Papa se caracterizó por la integración de los laicos en las tareas pastorales, la promoción del apostolado juvenil y vocacional, la construcción de templos a pesar de la fuerte oposición del régimen comunista, la promoción humana y formación religiosa de los obreros y el aliento del pensamiento y las publicaciones católicas.
En junio de 1967, a los 47 años de edad, el Arzobispo Wojtyla fue creado Cardenal por el Papa Pablo VI. En 1974, el nuevo Purpurado ordenó a 43 nuevos presbíteros, en la ordenación sacerdotal más numerosa desde que terminó la Segunda Guerra Mundial.
En 1978 muere Pablo VI y es elegido nuevo Papa el Patriarca de Venecia, Cardenal Albino Luciani, de 65 años, quien tomó el nombre de Juan Pablo I. El "Papa de la Sonrisa", sin embargo, fallece a los 33 días de su nombramiento. El 16 de octubre de 1978, luego de un nuevo Cónclave, el Cardenal polaco Karol Wojtyla es elegido como el sucesor de San Pedro, rompiendo con la tradición de más de 400 años de elegir Papas de origen italiano. El 22 de octubre de 1978 fue investido como Sumo Pontífice asumiendo el nombre de Juan Pablo II.
Tambien Tenemos al papa BenedictoXVI pero se redactará su biografia cuando muera.
http://www.aciprensa.com/juanpabloii/biograf.htm
Dios existe!!!!!!!!
Antes de nada, y como principio de esta introducción, pido disculpas a todas las personas que puedan sentirse ofendidas con la lectura de las próximas páginas.
Creo que en ellas no hay falta de respeto alguna hacia el alma de las distintas religiones, aunque a veces mi escepticismo pueda interpretarse como un acto de rechazo hacia ellas.
En la actualidad ni Dios ni la religión están de moda pero, de todas formas, sé que estos temas suelen generar intensas pasiones porque, queramos o no, se encuentran profundamente arraigados en todos nosotros.
Desde lo más tierno de nuestras infancias, la sociedad, sea cual fuere, se ha encargado de que pertenezcamos a su religión y sus costumbres como si se tratasen de la única verdad posible, y eso ha supuesto un lastre que nos ha impedido ver con claridad la existencia de otros horizontes.
Tengo que decir que no hay ninguna doctrina por la que sienta especial afecto o especial aversión ya que todas son prácticamente iguales, y aunque en estas páginas escribo sobre alguna de ellas, lo que realmente quiero tratar es la teórica razón de ser de las religiones, es decir, Dios.
Aparentemente, las religiones son el camino para llegar a Dios pero casi siempre ese camino se acaba perdiendo en razones puramente económicas. Si profundizamos en los entresijos de cualquier doctrina sólo veremos un medio de vida para los que la dirigen, costeado siempre por los fieles creyentes.
No cabe duda que ha de haber ciertos sacerdotes de muchas religiones, absolutamente convencidos de la verdad del dogma que profesan, pero tengo la completa seguridad de que no son demasiados los que consiguen mantener la fe durante toda su vida, ya que la razón casi siempre acaba por imponerse.
En fin, disculpas a todos y que Dios nos guarde.
DISTINTAS TEORÍAS SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS
En este mundo en que vivimos, y quizá también fuera de él, hay infinidad de religiones y cada una de ellas predica su particular doctrina como si fuese la única verdadera; es decir, todas están convencidas de que las demás son falsas.
Prácticamente la totalidad de las tendencias religiosas adoran a un ser supremo y omnipotente al que consideran creador de todo lo que vemos y conocemos. Del mismo modo, en casi todas las doctrinas hay un premio o un castigo que recibiremos después de la muerte, en función de nuestro comportamiento durante la vida.
Salvando ciertos matices y si analizamos debidamente la cuestión, podremos observar que no hay diferencias de fondo entre todas las religiones existentes.
Según estas enseñanzas, es fundamental adorar y amar a ese ser supremo creador de todo, no hay que hacer daño a nadie y se deben seguir ciertas reglas que nunca difieren demasiado de las más ateas normas de convivencia.
La religión, lógicamente, no discute la existencia de Dios ya que es la base de su razón de ser, pero nunca se ha preocupado de que sus fieles lleguen a tener un convencimiento razonado de tal existencia.
Exactamente eso quiso probar Santo Tomás de Aquino (1225-1274) en su Suma Teológica, y más concretamente con las famosas "cinco vías": La existencia del Dios Creador.
Creo que en ellas no hay falta de respeto alguna hacia el alma de las distintas religiones, aunque a veces mi escepticismo pueda interpretarse como un acto de rechazo hacia ellas.
En la actualidad ni Dios ni la religión están de moda pero, de todas formas, sé que estos temas suelen generar intensas pasiones porque, queramos o no, se encuentran profundamente arraigados en todos nosotros.
Desde lo más tierno de nuestras infancias, la sociedad, sea cual fuere, se ha encargado de que pertenezcamos a su religión y sus costumbres como si se tratasen de la única verdad posible, y eso ha supuesto un lastre que nos ha impedido ver con claridad la existencia de otros horizontes.
Tengo que decir que no hay ninguna doctrina por la que sienta especial afecto o especial aversión ya que todas son prácticamente iguales, y aunque en estas páginas escribo sobre alguna de ellas, lo que realmente quiero tratar es la teórica razón de ser de las religiones, es decir, Dios.
Aparentemente, las religiones son el camino para llegar a Dios pero casi siempre ese camino se acaba perdiendo en razones puramente económicas. Si profundizamos en los entresijos de cualquier doctrina sólo veremos un medio de vida para los que la dirigen, costeado siempre por los fieles creyentes.
No cabe duda que ha de haber ciertos sacerdotes de muchas religiones, absolutamente convencidos de la verdad del dogma que profesan, pero tengo la completa seguridad de que no son demasiados los que consiguen mantener la fe durante toda su vida, ya que la razón casi siempre acaba por imponerse.
En fin, disculpas a todos y que Dios nos guarde.
DISTINTAS TEORÍAS SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS
En este mundo en que vivimos, y quizá también fuera de él, hay infinidad de religiones y cada una de ellas predica su particular doctrina como si fuese la única verdadera; es decir, todas están convencidas de que las demás son falsas.
Prácticamente la totalidad de las tendencias religiosas adoran a un ser supremo y omnipotente al que consideran creador de todo lo que vemos y conocemos. Del mismo modo, en casi todas las doctrinas hay un premio o un castigo que recibiremos después de la muerte, en función de nuestro comportamiento durante la vida.
Salvando ciertos matices y si analizamos debidamente la cuestión, podremos observar que no hay diferencias de fondo entre todas las religiones existentes.
Según estas enseñanzas, es fundamental adorar y amar a ese ser supremo creador de todo, no hay que hacer daño a nadie y se deben seguir ciertas reglas que nunca difieren demasiado de las más ateas normas de convivencia.
La religión, lógicamente, no discute la existencia de Dios ya que es la base de su razón de ser, pero nunca se ha preocupado de que sus fieles lleguen a tener un convencimiento razonado de tal existencia.
Exactamente eso quiso probar Santo Tomás de Aquino (1225-1274) en su Suma Teológica, y más concretamente con las famosas "cinco vías": La existencia del Dios Creador.
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